El Primer Encuentro

Bienvenido.  Adelante, viajero pasa!
Allí estaba sentada tranquilamente, sonriendome. Sin motivo alguno los pelos de los brazos se me erizaron.
Hace mucho tiempo que no tenía una visita.  Estoy contenta que hayas venido pues tengo mucho para compartir.  Y necesito tu ayuda en una misión importante. De acuerdo, le dije esto parece interesante...
No tengo mucho tiempo, le dije.
Tienes menos, y más tiempo de el que te imaginas, dijo.
¿Quién eres? Pregunté
Un reflejo en un estanque tranquilo.  Un reflejo de la luna en una noche oscura, tan joven como el rocío de la mañana y tan vieja como la tierra. Todas las cosas están en mi y yo estoy en todas las cosas.
¿Cómo te llamas? ¿Tienes un nombre? Pregunté
He tenido tantos nombres que casi no me acuerdo.  Rara vez me he llamado a mi misma.
Bueno, y de dónde vienes?
Me he aventurado entre el pasado y el futuro.  Vivo en la eternidad del presente.  Nos hemos encontrado el uno al otro una y otra vez.  He caminado junto a ti a través de la selva.  He vivido en grandes ciudades.  He conocido las comodidades de un hogar y la soledad de un monasterio en las montañas. He trabajado en sucios campos.  He tenido grandes fortunas y he conocido el frio latigazo de la pobreza. Y he encontrado tesoros de seda e innumerables joyas de todos los colores.  Pero yo compartiría contigo el mayor tesoro de todos, un regalo que crece cuanto más se da a los demás.  Voy a transmitirte los secretos de la alquimia...

¿Para transformar metales burdos en preciosos? Pregunté
Eso es un juego de químicos.  Yo te hablo de transmutar los miedos, las preocupaciones, las dificultades, la confusión de tu mente en el oro de la libertad y la claridad, el tesoro de la serenidad y la felicidad suprema.
¿Te refieres a la espiritualidad? ¿Una religión? ¿Crees en Buda?
No es necesario que creas en el sol para deleitarte al calor de su luz matinal, dijo.
Todas las respuestas residen dentro de cada uno de nosotros, como una gran recámara de sabiduría intuitiva.
Y también las enseñanzas son reveladas en todos los lugares del mundo. Tu vas por buen camino, viajero...
Cada ser suspira en busca de un estado de equilibrio y paz interior, en busca de la verdadera felicidad.
Si meditas en la serenidad, en el amor hacia todos los seres sin excepción, en aumentar tu paciencia y tolerancia, en observar tu mente cuidadosamente, en recordar la impermanencia de todas las cosas.
Mira, escucha, presta atención se consciente, despierta, quítate del medio, realiza buenas causas, bendice a los demás, esfuérzate por transformar tu interior, aprende todo lo que puedas sobre tu mente, y oponte a ella:
Modificar tus mentes perjudiciales es una tarea muy dificil, pero con perseverancia y fe tu lo lograrás...

Por hoy, ya tienes suficiente viajero.

No te olvides nunca de lo que has aprendido.  Espero que nuestro primer encuentro haya sido beneficioso para ti.
Dedica los méritos para todos los seres y recibe Bendiciones y Paz.
Muchas gracias, y Bendiciones también para ti.
Hasta nuestro próximo encuentro...